La IA mal usada nos vuelve tontos

La civilización occidental y cristiana se construyó sobre la creencia fundamental de que cada ser humano es creado a imagen de Dios, con propósito, responsabilidad y la libertad de trazar su propio rumbo. No fuimos creados para ser controlados. No fuimos creados para ser obsoletos. Pero ese es precisamente el futuro que las grandes tecnológicas están construyendo bajo el estandarte de la Inteligencia Artificial (IA). Y si no frenamos de golpe ahora mismo, nos encontraremos en un mundo donde la experiencia humana no se verá mejorada por la tecnología, sino borrada por ella. No solo automatizamos tareas; automatizamos el pensamiento, la toma de decisiones y la identidad. Nos venden un futuro donde el trabajo, la responsabilidad e incluso la memoria son opcionales. Donde los niños son criados por bots. Donde la vida real se convierte en una simulación. Puede parecer utópico en teoría, pero en la práctica, es un mundo donde nada importa porque nada es real. Que la I...