INCURREN EN CORRUPCIÓN PROFESORES FALTONES
El hecho de que un profesor no asista a clases puede considerarse un acto de corrupción, pues se le paga con recursos públicos. Estamos a dos semanas de empezar el semestre 2017 – A y no hay una campaña de prevención contra los malos profesores, casi todos los Decanos de la UNAC siempre pasan por alto las quejas de los alumnos ante faltas y tardanzas.
Si visitas la página oficial de la universidad www.unac.edu.peno encontrarás un link o un número telefónico directo a Rectoría donde se puedan hacer las denuncias, los Directores de cada una de las unidades académicas son los responsables de realizar el seguimiento, ejecutando las medidas necesarias para el descuento de los días que falten, y sancionando a los profesores que cometan faltas injustificadas. ¡Señores Decanos hay un reglamento universitario para castigar a los faltones!
En casi todas las Facultades con la complicidad de las Secretarias, se permite que los docentes firmen su ingreso y salida al mismo tiempo, no hay cámaras de video en las aulas para monitorear lo que está pasando. En el horario de 11 a 13 horas, algunos docentes se retiran a las 12 con el pretexto “los alumnos tienen hambre”. Esta situación es consecuencia de la falta de autoridad de los Decanos que siempre están rodeados de corruptos y oportunistas.
Los profesores faltones corrompen la relación maestro-alumno y el objetivo común que el proceso educativo pretende alcanzar. En términos ideales, el proceso de enseñanza y aprendizaje es un proceso común, en el que están interesados ambas partes. Si el profesor es puntual, hace su mejor esfuerzo en preparar las clases y los materiales de enseñanza, el alumno debería hacer también su mayor esfuerzo y poner de su parte para ir a clases, hacer las lecturas y participar activamente de las sesiones de aprendizaje. Desde este punto de vista, faltar a clases es un atentado contra ese compromiso mutuo y tácito que se tiene o se debería tener, en las aulas de la UNAC.
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