LA UNAC CONSIGUE LICENCIAMIENTO AHORA TOCA BOTAR A LOS CORRUPTOS

Tras la concesión de licenciamiento por parte de SUNEDU, ahora tenemos a un coro de "Líderes unacinos” que se presentan como únicos, reclamando la autoría de su trabajo para lograr el licenciamiento.  Son los "expertos", que ansían promocionarse como futuros Rectores y Decanos, pero nunca cuestionan y rompen lazos con la mafia de profesores corruptos.

Todos estamos contentos con el licenciamiento de la UNAC, es “un gran paso” para mejorar la calidad de la enseñanza universitaria y ahora el reto es garantizar que esas condiciones se mantengan en el futuro, al margen de la voluntad mafiosa de los profesores que rodean a Baldo o de los sueños de poder del Decano FIEE. La euforia de los autoproclamados gestores del licenciamiento tiene que ver con la Fe en el dinero y sus ansias de ser candidatos a Rector el 2021. Todos, candidatos o adulones están atrapados por la necesidad de ondear la bandera del falso ideal de la calidad y la excelencia. La convivencia con la corrupción los condena.

Hay que decir que nadie se opone a los festejos por el licenciamiento de la Universidad, pero también debemos advertir que los mafiosos de la FIIS y otros, trataran de imponer la creación de Facultades. Universidad licenciada y calidad son palabras que pueden ser utilizadas para la propaganda, para disimular el fracaso y evadir responsabilidades en el caso de la sede Cañete, FIPA, FCNM, FIARN. Tras el licenciamiento, la “mafia” todavía seguirá imponiendo nombramientos, controlando el movimiento del dinero, el despilfarro y el trepar a los órganos de gobierno a cualquier costo.

En la UNAC hay un desafío enorme en ese sentido y son desafíos que hay que mirar desde el punto de vista ANTICORRUPCIÓN. De lo contrario, terminará ocurriendo como es caso de todas las universidades nacionales, los avances dependen mucho de la voluntad política de las autoridades mafiosas de turno.

Cumplir con las condiciones mínimas de calidad para obtener el licenciamiento, no significa buscar “calidad” al menor precio, lo que contradice las leyes del mercado en las que la “calidad” se paga y el norte es la “excelencia”, donde los corruptos no tienen un cargo académico ni administrativo.