Arremeter contra el globalismo y condenar el actual orden mundial impuesto por el Foro Económico Mundial es suficiente para ser etiquetado de "extrema derecha". Comentar o analizar la inmigración, alta inflación o las sesgadas políticas contra el cambio político, es de extrema derecha, retrógrada y conservadora; un informe del semanario The Economist lo dice, y se tiene que aceptar, el "establishment tiene la razon y es verdad".
La tarea diaria en los medios de comunicación globalista es neutralizar y atacar a los líderes disconformes con la agenda 2030. La etiqueta "extrema derecha" esta tan fuera de lugar y usada en exceso que es imposible diferenciar, entre una persona que se niega a vacunarse contra el virus del PCCh, un liberal anarquista y un cabeza neonazi rapada.
Es de manual, calificar de "populista de derecha" a cualquier candidato o youtuber que este ganando impulso; los medios tradicionales simplemente no tienen más argumentos, están en declive, cada día más hipócritas y corruptos. Cualquier propuesta diferente a la Agenda 2030 tiene que ser reenvasada como "extrema derecha" para que no gane impulso.
El siguiente paso de los medios es la cancelación, porque la "extrema derecha" es antisistema, su "discurso de odio" es peligroso. Una vez cancelado también quedaras "marcado" en la mente de las masas. Es decir los medios te habrán robado la capacidad de definirte a ti mismo. Mediante una
marca negativa socialistas y comunistas te robarán tu bien más preciado: la capacidad de presentarte al público tal como eres realmente. Marcar negativamente a un político, youtuber o comentarista, tiene como objetivo cerrar la mente de las personas a las ideas de libertad, propiedad privada y defensa de la vida.
Cualquier cosa, que reduzca la dependencia del estado o la fe en el sistema, también es de "extrema derecha"
Invertir en criptomonedas o ser miembro de un
ginmasio también puede ser etiquetado de extrema derecha. Cualquier cosa o actividad que confiera mayor autonomía a tu vida y libertad, sin intervención del estado, es una condena moral, prohibición y persecución tal como sucede en
China con los cristianos o en Alemania contra los opositores a la
guerra de la OTAN contra Rusia.
"Bitcoin: Así la extrema derecha se beneficia de su valor", titulaba hace unos años el diario peruano el
El Comercio, medio corporativo de noticias que actua como un "silbato de perros" en la política peruana. Promover o invertir en criptomonedas es suficiente para enojar a los guardianes del sistema de dinero fiduciario.
Cuestionar o poner en debate los escenarios más histéricos del cambio clímatico, es herejía y negacionismo de "extrema derecha". No importa si entiendas la diferencia entre verdad y conjetura, creer en el cambio climático es obligatorio, el globalismo zurdo ha impuesto: el negacionsmo es, exclusivamente, de extrema derecha.
La derecha gallina.
La mayoria del espectro político son colectivistas y despertados, políticamente correctos, nunca quedan mal con nadie, progresistas centrados, amigables con todo el mundo, son la masa obediente que acepta la agenda 2030, siempre quieren que les digan qué hacer y pensar; son la derecha gallina.
Ellos comen continuamente el maiz que arrojan los sacerdotes del globalismo zurdo. Invariablemente viven desesperados en el mundo real. Estarían totalmente desorientados si no fuera por sus fotos en Davos, APEC, ONU, COP, OMS y otras granjas globalistas.
Son tan "derechas" que encerraron a sus hijos en una habitación porque dieron falsos positivos para una prueba del COVID. También son los llorones de tiktok que
sacrificaron sus perros a pedido del Principe William o Whoopi Goldberg para frenar el calentamiento global y serán los cobardes que aceptaran agachaditos los CBCDC.
La derecha gallina en convenio con los "social demócratas" son el rabaño servil, funcionales a la izquierda, al menos hasta que se les priva de sus derechos o se desilusionen del "acuerdo por la gobernabilidad". Pasaran décadas, hasta que despierten del lado equivocado de la pobreza y vean que las élites viven descaradamente usufructuando de los recursos estatales. O cuando las consecuencias de los errores políticos degeneren en violencia.
En ese momento, empiezan a buscar alternativas, caen en las llamadas "madrigueras de conejos" y salen por otro lado, asustados o quizas sorprendidos al saber que la izquierda los traicionó, entonces nos miran y digo "soy de extrema derecha".
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