UNA FECHA QUE VIVIRÁ EN LA INFAMIA Y LA TRAICIÓN

El jueves 23 de enero del presente, sera recordado como la fecha cuando dirigentes del Partido Comunista Chino actuaron con un grado de vileza y de infamia a niveles jamas vistos en la historia política del mundo civilizado. Aquel día Wuham fue cerrada y a nadie se  permitió viajar a otras ciudades chinas, pero al mismo tiempo la dictadura comunista, permitió y alentó que propios y extraños salieran de Wuhan en vuelos comerciales a todo el mundo, infectando a millones de personas. Este hecho pasará sin duda a la historia de la humanidad como el acto más vil y más infame cometido jamas por un gobierno democrático o dictadura alguna; una traición sin límites en los hechos y en las formas.

El día que Wuham fue cerrado
Recordaremos esta fecha, al igual que el 16 de julio de 1992 cuando los terroristas de sendero luminoso hicieron estallar un coche bomba en Tarata,  mataron 25 personas inocentes, la onda expansiva destruyo casas, negocios y  automóviles. Mis recuerdos me confirman la determinación sangrienta del marxismo, leninismo y maoismo de dominar el mundo a cualquier costo.
Esta vez el Partido Comunista Chino decidió infectar al planeta, consumo su traición oponiéndose a  las  restricciones de vuelos internacionales y oculto la grave naturaleza de la  crisis sanitaria en Wuham hasta que, el 11 de marzo del 2020 la OMS declaro que el coronavirus era una pandemia global. No es una coincidencia que Europa y Estados Unidos, Rusia o Iran fueran los más infectados. Esos fueron los destinos de los miles de viajeros procedentes de Wuham.
Quizás nunca se sabrá las causas de la pandemia; solo el PCCh lo sabe. Sí, estamos informados que el dictador Xi Jinping se quito la mascarilla en su visita a Wuham en un acto que demuestra su "triunfo" contra el virus. Quitarse un tapaboca no limpiara la cara del Partido Comunista Chino, si tan solo el 23 de enero, hubieran impedido que el tráfico aéreo fluyera al resto del mundo, el brote se hubiera detenido y confinado en Wuham. No fueron honestos con el mundo.
Con seguridad decimos que el 23 de enero no sera parte de la memoria histórica del comunismo internacional. La vida, la libertad y la propiedad privada se defiende con el conocimiento y la experiencia. Siempre recordaré esta fecha, como el día, que el comunismo desato un cataclismo en todo el mundo. Mao Tse Tung lo dijo: "El objetivo de la guerra no es otra, que conservar las fuerzas propias y destruir las enemigas". ¿Es infamia una palabra demasiado fuerte para lo que hizo el Partido Comunista Chino? No lo creo.
Por lo tanto, dado lo sucedido ¿es racista llamar virus chino a la pandemia? ¿es "arma biológica" una palabra tan dura y fea para describir una decisión de enviar a miles de residentes de Wuham infectados al resto del mundo? ¿no es un acto de guerra enviar enfermos, contagiar y desencadenar muerte y destrucción? Tal como en Alemania con los neonazis, a los comunistas y las cucarachas hay que pisarlos, seguirlos o tomarlos por prisioneros.
De no ser así, entonces cómo podemos defendernos del terror comunista, ¿de qué manera vamos a convivir con un partido comunista que ha degenerado a tal punto de exportar a sabiendas la muerte y la destrucción, más allá de sus fronteras?
Las guerras se modifican, pero las fechas viven en nuestros recuerdos, para recapacitar y defendernos de ideologías que no tienen conciencia, al comunismo lo condenan sus hechos que siempre vivirán en la infamia.




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